Sillón feo + silla horrenda + dos perritos
Los sillones me los vendió mi hermano a un precio escandaloso que nunca terminé de pagar, los quise mandar a tapizar y fue muy caro, los quisimos vender y nadie los compró.
Una tarde conocimos en la feria de Parque Saavedra a Celeste, costurera, con un puesto de almohadones prolijamente confeccionados. Le compramos un almohadón para Oderay y le pregunté por fundas para mis sillones. Quedamos que le llevaba uno a su casa y le sacaba el molde para hacer ambas fundas. Pasaron casi dos meses cuando la llamé y todavía se acordaba de nosotros.
Hace dos semanas le llevamos el sillón y ella calculó la cantidad de tela, entonces fuimos al once con Pedro y elegimos un jacquard a lunares blanco y negro.
Ayer fuimos a buscar las fundas y son increíbles. Celeste es una genia además de ser una persona amorosa.
Una a medio restaurar, la otra vestida de duende. |
Primero el removedor que quitó varias capas de pintura y barniz.
Luego lijarlas.
Seguidamente encolarlas.
Más tarde teñirlas con cetol.
Y por último tapizarlas.
No se aprecia bien en la foto, pero los colores son lila y violeta oscuro. Los lunares son mucho más pequeños que los de los sillones. |
Me animé a todo y hoy me recibí de tapicera.
Son las sillas para los escritorios.
Ahora a dormirme que la gripe me está tirando.