El sueño de la casa propia, de madera, zinc, sin arquitectos, con tus manos, lágrimas, amor, puteadas y sonrisas.

domingo, 29 de mayo de 2011

último domingo de mayo

Hoy llegamos tarde a trabajar a la casita, el twingo nos dejó un rato varadas en el camino.
Pero tuvimos tiempo de avanzar con la pintura.

Pasen y vean:

Ya está la pared divisoria entre el baño y la habitación de Oderay. Por ahora sólo con las placas de madera. Del lado del baño probablemente vaya durlok para poder azulejar.
La bacha y la canilla en el antebaño ya están instaladas y funcionando. Falta poner la bañera y las canillas de la ducha.


La habitación de Oderay tiene las paredes que la dividen del baño y del living.
También cerraron las paredes de un placarcito que da a la parte posterior de la casa.
Todo con las placas de OSB, de madera reconstituida.



Estas son las dos arañas que restauró Ana.
La blanca era de mi bisabuela, estaba absolutamente oxidada, va a ir en mi habitación.
La otra me la regalaron, Ana ideó forrarla con tela y hacer caireles de botones.
Esta es para la habitación de Oderay.


En la cocina ya están instaladas la batea, canilla y el termotanque, todo con sus cañerías y desagües. También las ventanas que hicimos con Ana y Dani hace un mes, ahora tienen vidrios y están en sus marcos. Faltaría armar la mesada, todavía no sé si de madera o si voy a buscar algún mármol en una demolición.


Hoy nos dedicamos a pintar la cocina.
La segunda mano al techo y los marcos de las ventanas que eran grises, todo blanco, todo.

Ya empecé a llevar cositas a la casa. Mi mamá me regaló el Maneki.
La olla es del cacerolazo del 20 de diciembre del 2001, una joya histórica.
Los cactucitos los fui comprando en Mizujo.
La chapita del 76 (año en que nací) y la de calle Cuareim las trajes de diferentes viajes a Montevideo.
La regadera roja la compramos especialmente para la casita.
Lo demás son pedacitos de materiales con los que se fue armando la casa.


Cuando anochecía, terminamos de darle la segunda mano al techo de mi habitación.

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