El sueño de la casa propia, de madera, zinc, sin arquitectos, con tus manos, lágrimas, amor, puteadas y sonrisas.

viernes, 25 de noviembre de 2011

casi ahí

Pasaron semanas y pasaron muchas cosas, en la vida más que en la casita. 
Un viaje planeado, un viaje accidental. Gastos impensados.
Fuimos poco, pero algo se hizo.
Escribo y cuento, en esta entrada vieja.

La habitación de Oderay está casi lista. Ya tiene su cama con sábanas. Ya nos quedamos a dormir, nos derretimos de calor y nos comieron los mosquitos. Falta poner el aire acondicionado y conseguir otro ventilador. Hizo mucho calor. Esa noche llenamos la casa de espirales que estaban de la obra.


Compré unas pantallitas para la araña de mi habitación.

Estos sillones me los vendió mi hermano, eran de su suegra. Tienen un tapizado viejo y gastado pero la formita es hermosa. Ya conseguí un tapicero nuevo al que llevarselos. 
Tengo que decidirme con qué tela y en qué colores tapizarlos.


Apliques y más apliques. Los de arriba quedan en el comedor. Los de abajo están colocados sobre la mesada e iluminan la cocina y la bacha.


Finalmente le di uso a las maderitas de cajones de frutas que venía juntando. Cubrí los huecos de lo que serán futuras ventanitas fijas de la cocina.


También tunié el lavarropas que estaba un poco viejo y oxidado. 
Le pasé antióxido blanco y lo revestí con un vinilo 3D metalizado.