Podaron los eucaliptos y desde la calle se ve el frente de la casita.
Terminamos al fin de cerrar esta pared, me resta darle unas manos de protección a la madera y un toquecito de tintura para igualar la coloración de las tablas viejas y las nuevas.
El Chino proyecta la futura terraza que da al frente de la casita. Debe ser lo suficientemente amplia para poder poner una mesa y sillas para agasajar a nuestros futuros invitados con futuros asados.
Bomba disfruta dormir al sol del invierno.
Hubo que hacer mini cimientos para sostener la terraza, así que volvió el trompito.
Pedro y el Chino comenzaron con los cimientos y la estructura que va abulonada a la casa. Yo estaba enferma cerca de la estufa.
No terminamos durante las vacaciones, el frío nos daba poco márgen para trabajar. Y mi viejo se fue de viaje de pesca.
Quizás para septiembre esté lista para usar.